¿Y ahora qué….?
Puedes ser que hoy estés ahí, viendo todo tu proyecto de vida derrumbarse frente a tus ojos. Todo aquello por lo que tanto habías trabajado y soñado, de un momento a otro ha desaparecido. ¿Y qué hacés ahora? Lágrimas ya no te quedan, la voz ya no te sale, tu cuerpo ya no responde como antes, pero aún estás con vida.
Esta experiencia la hemos vivido muchos en diferentes formas: al perder un trabajo, tu pareja, la vida de un ser querido, la salud, la posición económica, la carrera profesional que tanto deseaste, tu aspecto físico, tus hijos pequeños que se hicieron grandes y ya caminan por sus propios senderos. En fin, momentos en que tenemos que replantearnos toda nuestra vida porque ya no le encontramos sentido.
¿Que es lo que nos ayuda a hacer la diferencia entre echarnos a morir o levantarnos y seguir adelante? Nuestra ACTITUD es la que marcará la forma en que decidamos enfrentar las diferentes situaciones de la vida. Es la que nos puede dejar postrados para siempre en una cama o la que nos levanta y nos hace secar nuestras lágrimas, curar nuestras heridas y seguir el camino. En medio del dolor y el caos, siempre tenemos la libertad de escoger como queremos ver las coas y nadie más lo puede hacer por nosotros.
Bien lo dice el neurólogo y psiquiatra austriaco Viktor Frankl: “Nuestra más grande libertad es la libertad de escoger nuestra actitud ante cualquier circunstancia”. Es por eso que cuando nos encontramos ante la caída de nuestros sueños y metas podemos siempre preguntarnos ¿qué voy a hacer? ¿con qué cuento en este momento? ¿cuáles son mis limitaciones? ¿cuáles son mis fortalezas?
El proceso de Coaching te ayudará a despejar tu horizonte, a ver con claridad y de forma objetiva cómo están las cosas. Te acompañará mientras vas identificando cuál es el mejor camino para replantear tu proyecto de vida, al tiempo que vas retomando las riendas del mismo.
Al inicio te podrá ser difícil empezar a trabajar en tus metas, pero conforme vas avanzando en el proceso, te vas dando cuenta que no todo está perdido y que poco a poco las cosas van mejorando, a medida que mejora tu actitud. Empezarás a cambiar tu forma de hablar y de referirte a las circunstancias actuales, sustituirás las palabras negativas o despectivas, por palabras positivas y esperanzadoras. Harás un encuadre de tu situación actual y podrás reconocer tus limitaciones pero también lograrás potenciar tus cualidades y habilidades. Podrás descubrir que tenerte lástima es auto-sabotearte y que más bien necesitarás tus propias palabras de aliento para salir adelante.
Mientras exista un aliento de vida dentro tuyo, existirá también la posibilidad de elegir. ¿Hacia dónde lo harás? y ¿cómo lo harás? Esa siempre será tu elección.