¿Medio lleno o medio vacío?

La forma como nos expresemos de una situación problemática que nos está afectando, va a determinar el estado de ánimo y la actitud que vamos a asumir frente a ella. Nuestras palabras tienen el poder de cambiar la perspectiva de una situación, convirtiendo el problema o fracaso en una oportunidad para crecer.

A través del Coaching aprendemos a ver un momento difícil de nuestra vida, desde otra perspectiva. El problema no cambia, lo que cambia es la forma en que lo percibimos.

La Programación Neurolingüísitica nos habla del encuadre y el reencuadre de una situación. Es decir, si nos referimos al acontecimiento que nos angustia enfatizando los aspectos negativos, estos nos mantendrán encerrados y sin posibilidad de salir adelante. Si por el contrario describimos la situación enfatizando lo positivo que queremos sacar de ella, entonces será más fácil alejarnos de la escena y encontrar soluciones.

De ahí la importancia de cuidar la forma en que nos hablamos. A través del Coaching basado en el PNL, logramos reprogramar nuestro cerebro, cambiando frases que en el pasado utilizábamos cargadas de negatividad y amargura, por mensajes positivos y esperanzadores. 

Solo así podremos ver con nuevos ojos los acontecimientos que se nos presentan en el camino y responder a ellos de forma provechosa. Las crisis nos darán la posibilidad de evolucionar y convertirnos en una nueva y mejor versión de nosotros mismos.