Me siento agotada con tanta responsabilidad, yo solo quiero disfrutar a mi pareja.

Cuando me hice cargo de la crianza de los hijos de mi pareja, la situación se tornó más complicada de lo que nos imaginábamos. El tiempo se hizo más corto y las obligaciones se multiplicaron. Terminaba exhausta física y mentalmente. Aunque la responsabilidad era compartida, habían momentos y situaciones en que como mamá yo elegía asumir al 100%.

Al principio, la mayor parte del tiempo caíamos en el error de reclamarnos todo aquello que esperábamos el uno del otro, pero que no lo habíamos explicado todavía. Estábamos siguiendo una carrera de mucho desgaste y muchas veces sin poder vislumbrar la meta. Era un caos constante pero no quisimos darnos por vencidos. El amor y los sueños compartidos nos mantenían en pie.

Cuando realizamos finalmente que estábamos perdidos, tomamos la decisión de buscar ayuda profesional. Mal que bien, sacar este espacio de terapia nos obligaba a estar sin los hijos y trabajar juntos durante al menos una hora y media a la semana. He de aclarar que las sesiones no eran fáciles, ahí llorábamos y nos desahogábamos, y  tratábamos de llegar a acuerdos y metas comunes con la intención de delimitar el camino que queríamos seguir.

En el proceso de Coaching, definíamos tareas en conjunto y fuimos construyendo con el tiempo y la perseverancia, una relación más sólida y asertiva. Nos pusimos como primera meta, arrebatarle  a cada día momentos de calidad a solas. Podían ser quince o veinte minutos, pero procurábamos no fallar en el día a día. Nos impresionaba lo difícil que esto resultaba teniendo a todos los hijos viviendo bajo el mismo techo.

Nuestros hijos se dieron cuenta muy pronto, que entre más tiempo de pareja podíamos disfrutar, mejor nos llevábamos y menor eran las tensiones y discusiones en familia. Por nuestra parte esos espacios nos daban la oportunidad de conocernos mejor y de afianzar una relación basada en una mejor comunicación, menos juicio y señalamientos, pero basada en más amor, solidaridad y respeto.